La cueva de Justin

Comenzaba a pardear la tarde cuando llegué a la habitación asignada para mí, entré, me gustó, no estaba del todo mal, escogí cama cerca de una ventana, me gustaba la luz, colocando mi maleta sobre la cama, me despojé de mi abrigo y lo colgué en un closet, después coloqué mi ropa, era de buena marca, guardé la maleta y coloqué en el baño mis cosas de cuidado personal. Agotado por el viaje me recosté en mi cama, traté de dormir un poco, no pude, así que me paré con la intención de deambular por la escuela y ubicarme. Salí al pasillo, luego elegí al azar la dirección.

Habia visto los registros de los alumnos, y habia uno de un chico que desistia a llevar mi materia este año, habia tenido buenas notas el año pasado en esta misma pero ahora no la llevaria y yo queria saber el motivo. En parte porque me interesaba y se veia una persona muy capas, me gustaban los retos y que mis clases fueran interesantes.

Me permiti ir hacia su dormitorio, era maestra asi que no habia problema alguno, supongo, no importaba las clases aun no iniciaban y el director me dio el pase libre de lo que gustara hacer con las instalaciones, no perderia la oportunidad.

Toque la puerta suavemente con una mano y con la otra llevaba una carpeta con la informacion y calificacioens de este alumno. Justin Lacroix.

Toda la tarde había caminado por el Colegio, saludando gente, recogiendo horarios, había comido y después regresé a la habitación, me sentía un poco incomodo, sucio y eso era algo que no toleraba, así que comencé a quitarme la ropa y me había metido a duchar. Fue delicioso sentir como el agua se llevaba el polvo y me dejaba totalmente limpio, era muy placentero, prolongué lo mas que pude el placer de sentir el agua recorriendo mi cuerpo, fue en ese momento que escuché que tocaban a mi puerta, así que tomando una toalla, medio me sequé, me enredé en las caderas para cubrirme lo necesario y fui a abrir pensando que era un compañero. Mi gran sorpresa fue encontrarme con una profesora que me miró muy sorprendida, ya no tuve para donde hacerme, así que le dije _disculpe profesora Van Dusher…pensé que era un compañero…yo me estaba duchando..pero ¿gusta pasar?.Ella me miró de arriba a abajo, pensé que me regañaría.

No esperaba encontrarlo de esa manera... me impreciono no pense que detras de la ropa que normalmente usaba se encontrara ese cuerpo. Le sonrei de medio lado mostrando mis dientes.

- No se preocupe joven Lacroix.

Le dije despreocupadamente, la verdad no me preocupaba en lo absoluto, pase como me lo indico y no le dije mas.

- Creo que soy yo quien debe disculparme por venir sin avisar pero queria hablar con usted -no pude evitar otra vez verlo de pies a cabeza sin importar que el lo notara- Si le gustaria irse a cambiar por mi no habria problema pero no me incomoda usted sientase en toda la libertad conmigo.

Me relami el labio y volvi a sonreir, sosteniendo la carpeta con sus expedientes, me rei discretamente, esperando ver su siguiente movimiento.

La maestra pasó a mi habitación, le señalé un reposet para que se sentara mientras yo me cambiaba, ella se sentó sin despegar la vista de mí, bueno, tendría que vestirme, porque no quería parecer maleducado en atenderla así, me dirigí hacia el closet y escogí jeans y camiseta polo, pero primero estaban los enseres para la piel, tomé un frasco de crema y puse un poco en mis manos y comencé a esparcirla por mi cuerpo _usted disculpe, permítame, si no le molesta, espero no tardarme._ tomé mi loción favorita y me esparcí en cara y cuerpo el desodorante y me acerqué a la cama donde había dejado la ropa, tomé mis interiores, coloqué la toalla a un lado, quedando totalmente desnudo, comencé a vestirme, cuando acabé, tomando la toalla fui al baño y la tendí a secar, y me peiné frente al espejo. Finalmente fui hacia la cama y me senté. _ usted dirá para que puedo servirle maestra Van Dusher _ dije dispuesto a escucharla.

Me sente donde me indico, ladie mi cabeza, viendo al rededor de la habitacion tratando de evitar ahora verlo para que se cambiara. Cuando regreso su locion inundo la habitacion, y lo mire sonriendo de la misma manera que antes.

- Quisiera saber porque no tomara literatura este año, considero que es muy buen alumno y exelente en esta materia, asi que he venido a tratar de que cambie de opinion.

“Eso” pensé, a mi gustaba la Literatura, pero había pensado que algo de informática no me iría mal, la historia definitivamente no la dejaría, era mi asignatura favorita, liego le dije _ maestra, definitivamente disfruto de su clase, me gusta estar ahí, pero he pensado llevar informática y se me cruza el horario, no sé cómo hacer para solucionarlo_ mencioné esto un poco distraído, pues a ella se le había subido la falda y poseía un monumental par de piernas, imposibles dejar de admirar. Muchas veces también había admirado su par de tetas que parecían desbordarse y ahora las veía muy cerca, en mi propia habitación, suspiré.

Le mire cuando dijo eso parecia algo desilucionado, distraido, me hacerque a el y me sente a su lado en la cama, tomando de la carpeta el horario de mis clases y se lo mostre.

- Podria darle un espacio en la mañana o en mi hora de almuerzo no se pero no me gustaria que perdiera esta clase, en lo absoluto.

Nunca habia estado tan serca de él, y su aroma era esquisito realmente, podria darle clases particulares si el asi lo quisiera pero no podria, no era algo que debiera hacer yo como maestra tengo que poner orden y disiplina. Aunque este pequeño y joven humano no esta del todo mal y ya me lo demostro visualmente.

Me estremecí cuando la maestra, a quién consideraba una real hembra con la que algunas noches había imaginado montar y tener sexo salvaje, se sentó a mi lado, su olor era muy atrayente y se inclinó hacia mí dejándome ver sus pechos los cuales acercó a mí, no pude evitar darme cuenta que portaba ropa interior pequeñita y que en un seno se alcanzaba a ver una rosada areola que me apeteció lamer, mi voz sonó ronca _ de ser así, me gustaría reunirme con usted aparte…aquí o en su habitación…si se pudiera. Cree que ¿vale la pena hacer ese sacrificio…por mi?_ dije aspirando su aroma de mujer, estábamos muy cerca, ella sosteniendo las carpetas, atenta a su contenido, permitiéndome contemplarla.

Pude sentir claramente como me miraba, pero no dije nada, solo sonrei haciercandome más a él mientras le explicaba lo que podriamos ver siendo "descuidada" y sabiendo lo que mostraba.

- ¿Reunirnos? Oh... -le sonrei ahora viendole claramente- Porque no aqui, ahora mismio que dice joven Lacroix dejare que usted empiece lo que usted quiera en... la clase de lengua.

Le incite un poco para ver que haria, veamos que puede hacer este macho conmigo, si se atrevia a verme de esa manera significaba que no seraia nada tierno y suave sino todo lo conrario, eso era lo que queria.

Mi mano se levantó para llegar a su pecho, con un dedo dibujé líneas imaginarias en él y se detuvo en el nacimiento de su busto. Acerqué mi rostro al de ella para decirle _usted me excita, toda usted hace que la desee, no puedo evitarlo, sus piernas, sus pechos son una tentación yo…los quiero tocar, apretar, lamer, morder, chupar ¡Todo! yo la quiero tomar, abrir sus piernas y entrar profundamente, embestirla una y otra vez, morder su cuello, sus hombros, lamer su vientre, llegar más abajo y devorarla…todo (suspiré casi tocando sus labios. Luego me retiré mirando al frente) pero no lo haré aunque me muera de deseo, porque es usted es mi maestra y la debo de respetar, so pena de una expulsión. Perdóneme que haya sido sincero con usted, mi intención no fue ofenderla, créame. Pero debe admitir que usted tiene la culpa en parte, no hay justicia en el que sea tan bella, tan sensual y de remate vista usted de esa forma y provoque mis más bajos instintos. Si lo vemos bien yo soy su víctima dije bajando la vista a sus piernas, que ella al cruzar había corrido totalmente su vestido dejandome entrever la linea de su bikini_ ¿que piensa de eso? _dije sintiendo que el bulto entre mis piernas esta creciendo.

Le preste atencion a lo que me decia, sin dejar se sonreir, despues de su pregunta me levante dandole la espalda.

- Tu sinceridad no me molesta Justin, no me molesta en lo contrario tus comentarios, lo que digas o pienses de mi lo importante es lo que hagas- le mire ahroa aun con la sonrisa en mis labios- la vida nunca es justa, por eso uno corre riesgos tu sabes si los tomas o no... yo no dire nada, el unico problema aqui "dear" es... despues tu podras llevar una relacion estable alumno y maestro, yo podre nada me perjudicara, es tu decicion Justin.

Lo que me había dicho me hizo entrar en confianza, yo haría lo que creyera conveniente y ella no diría nada afuera , entonces apreciándola y tal cual la estaba deseando, haría realidad mis sueños.Yo, tomaría el riesgo. Las hembras como la maestra me podían matar de placer, tenía unas nalgas la mar de buenas, por ello, una vez excitado le dije _Por favor, déjame verte las nalgas, voltéate, y muéstrame la gloria _ esperé que ella lo hiciera, se recargó en el reposet y se inclinó , tenía un culo de diez y me estaba provocando haciendo un movimiento sensual, me acerqué y froté mi sexo en ella empujando mis caderas, restregué mi pene en ella, entonces con voz ronca dije_ quiero cogerte, quiero metértelo, traspasarte, ir al fondo, y ahí, una y otra vez entrar en ti ¿puedo? ...maestra.

Escuchar tales palabras de su boca pidiendome ver mi trasero, de la manera en que lo hizo me hizo sentirme extraña y exitada de una manera poco convencional. Pero lo hacia sensual de todas formas y yo accedi a sus peticiones, gemi levemente cuando senti su miembro frotarse contra mi, puse una de sus manos en mi vientre escuchando su voz ronca y rei complacida de escucharlo.

- Hazlo tienes mi concentimiento -le susurre de una manera sensual sin dejar de moverme frotandome contra él- Alcabo... eres mi alumno favorito podreis hacerlo.

El cuerpo de la profesora era un bocado exquisito con el que ansiaba hartarme, era perfecto, el sueño de cualquier muchacho y yo lo tenía bajo mis manos, era su alumno favorito, ella lo había dicho, quise merecerlo, quería darle y darme gusto, ella puso mi mano en su vientre y yo lo acaricié, lentamente, luego , sin más, bajé a su sexo y lo comencé a tocar su vello púbico, moviendo mis dedos de forma circular, me incliné a morder una de sus nalgas y pasee mi lengua entre ella, la sentí vibrar, y eso me invitó a meter mis dedos para masajear su clítoris._ eres preciosa y lo tienes tan suave, te deseo, de verdad te he deseado mucho_ dije, al seguir mi caricia.

Sus manos bajaron diestramente, por mi vientre masajeando en circulos mi cloritis, simplemente la senzacion y en la manera que lo hacia me estremecio, su tacto con mi piel, esa parte de m cuerpo con sus manos me estaba facinando, metio dos de sus dedos en mi sexo jugando con el me hizo soltarl un ligero gemido de placer y arque mi espalda levantando mi cabeza.

Pase mi boca por su cuello tomando con una mano su nuca, pase mi lengua por su cuello, dejando algunos besos humedos demostrandole lo placentero se sentia lo que me hacia.

- Muestrame que tanto deseo sientes por mi -le dije tras dejar otro beso en su cuello- Quiero sentirlo -esto ultimo lo dije como un susurro mesclado de deseo, serca de su oido